Arquitectos: gómez+álvarez arquitectes (Carlos Gómez Alfonso y Eva Álvarez Isidro) Ubicación: Avenida Josep Alba i Alba, Massanassa, Valencia, España Año Proyecto: 2011 Área Proyecto: 2.348,67 m2 Colaborador: José Luis Higón Calvet Cliente: Ajuntament de Massanassa Arquitecto técnico: Vicente Juárez Ródenas Cálculo de estructura: Ángel Pitarch Acústica: Grupo de acústica arquitectónica UPV Instalaciones: Adypau ingenieros Constructora: Becsa Fotografías: Carlos Gómez Alfonso
Massanassa es una población de unos 7000 habitantes, muy próxima a la ciudad de Valencia y que, a pesar de ello, mantiene un estilo de vida tranquilo y apacible. En la parte más antigua del pueblo, la calle flanqueada por casas tradicionales -o sustituciones de éstas que conservan en cierta manera la escala del lugar- sigue siendo el espacio público principal. En la parte más nueva, la escala del lugar ha cambiado en el sentido habitual de dar mayor altura a las edificaciones en relación a la calle, pero la sensación de cierto sosiego se mantiene y las calles siguen siendo el motor social del lugar, con la presencia de bares, terrazas y comercios.
La población no cuenta con demasiados edificios singulares o espacios públicos, aunque sí con una intensa actividad social, que se evidencia fundamentalmente a través de los actos propios de las fiestas locales o los actos que se derivan de la vida diaria, asociados al devenir escolar o doméstico.
A lo largo de los años, gracias a la confianza que ha tenido en nosotros el Ajuntament de Massanassa hemos podido realizar una sucesión de distintas intervenciones – unas catorce- que nos han permitido actuar y pensar en la estructura de lo público y lo cívico y en la necesidad de que el trabajo de los arquitectos refuerce y facilite la tranquila integración de las personas en la colectividad. Este proceso arrancó en el año 1995 y llega hasta la actualidad.
En julio 2011, acabamos la obra de un pequeño auditorio para unas 400 personas y que en un futuro próximo podría completarse con una escuela de música. El emplazamiento del mismo se sitúa en la frontera entre la parte antigua del pueblo y una de las zonas nuevas del mismo, con su fachada principal a una de las calles nuevas y más anchas de la población, mirando a norte. Un sitio privilegiado ya que permite la afluencia de la gente a pie desde casi todas partes, estando además muy próximo al Ajuntament –las antiguas Escoles Velles- de la población lo que consolida un área de carácter cívico.
A nuestro parecer, el edificio debía abrirse hacia el espacio público y hacia el uso público y generalizado por parte del mayor conjunto posible de personas. Es decir, debería ser un edificio adecuado tanto para escuchar música en las mejores condiciones acústicas, teatro, cine o conferencias… como ser un espacio hábil para todo tipo de eventos, quizá técnicamente menos exigentes pero más emotivos, como son las actuaciones de diversos colectivos, actuaciones escolares, actos en fiestas locales, etc. y que permiten el encuentro fortuito de personas de diversa procedencia, evitando en todo lo posible, el monocultivo social.
Desde este punto de vista, fue importante tener un sistema de acceso al edificio que fuera versátil -más aún si tenemos en cuenta el magnífico clima de Valencia, a lo largo de todo el año- volcando a éste todo aquello que abundase en el carácter interactivo del mismo, es decir la cafetería, el patio y un acceso alternativo a la sala principal. El patio, al mismo tiempo, permitirá en el futuro que las aulas de música vuelquen a éste -en vez de a la avenida- lo que mejorará el aislamiento acústico a ruido exterior de las mismas.
El proyecto planteaba la adaptación –en la medida de lo posible- del volumen del edifico a la escala de las calles, dejando la pieza que en el futuro podría ser la más alta hacia la avenida y que, además, es medianera con un edificio de uso médico de sólo planta baja, por lo que ajustamos y marcamos la altura de la planta baja del auditorio a la referencia de dicho edificio preexistente; lo que hace que en la actualidad parezca un pabellón de acceso incorporando el edificio contiguo. También intentamos controlar la altura del peine del pequeño teatro, ajustando técnicamente el equipamiento escénico y dejando la caja de la sala principal hacia el interior de la parcela, rodeada de cuerpos más bajos que suavizaran la transición de ese volumen hacia las calles que se abren hacia la parte más antigua del pueblo.
A pesar del estricto presupuesto del que disponíamos, pensamos que el edificio tenía que estar excepcionalmente bien equipado y ser muy eficiente en todo su funcionamiento. Procuramos emplear todos los medios pasivos que podían mejorar la acústica como son el diseño y control de la sección y del volumen de la sala; el diseño de cerramientos independientes y el empleo de un cerramiento exterior pesado –placas de hormigón prefabricado de tipo industrial- así como la disposición de los materiales absorbentes allí donde el estudio acústico definió o el empleo de paneles aislantes practicables para producir el cierre acústico del acceso a sala alternativo desde el patio, cuando la ocasión lo requiera. Por otra parte, el aire frío cae sin velocidad –por tanto sin ruido- desde el techo y el calor se produce por suelo radiante de agua, lo cual evitará desagradables corrientes de aire y un óptimo nivel de confort con poco gasto energético.
También hemos garantizado la accesibilidad para discapacitados a todo el edificio tanto como espectadores con previsión de zona para espectadores en silla de ruedas, acceso a escenario desde dicha zona por el paso-balcón lateral junto al patio, con ancho suficiente para pasar y girar en silla de ruedas o el acceso a escenario como actor o músico, desde el camerino en planta baja para discapacitados. Hay además un acceso a escenario directo y a nivel desde la calle que facilitará el acceso de bandas de música o de grandes instrumentos.
El edifico se ha proyectado y construido, asimismo, para facilitar el mantenimiento de éste, dejando todos los recorridos de mantenimiento cómodamente viables y todas las instalaciones vistas y accesibles. Los materiales empleados son de fácil limpieza –hormigón prefabricado visto, azulejo negro brillante y vidrio- o pintado –placas de cartón yeso. Algunos de los pavimentos empleados tratan de mantener la idea de espacio exterior como es el terrazo empleado en planta baja muy similar al hormigón in situ empleado en las plazas de la población.
Ante la sobriedad material y formal del edificio, contrasta el empleo decorativo de la iluminación eléctrica buscando distintos efectos. En la sala, apoyándose en el espacio lateral surgido a raíz de la circulación de acceso desde el público a escena de discapacitados, aparece una estructura auxiliar que dispone un pequeño palco y aloja el conducto principal de la sala de aire frío y ventilación. Esta estructura funciona como espacio umbral entre el patio y la sala permitiendo la transición entre interior y exterior y, asimismo, soporta el plano de luz y pavés que permite distintos grados de iluminación decorativa y la iluminación necesaria en los momentos de acceso y salida a la sala. Además dicho plano brillante en combinación con el acabado en negro del resto de la sala, deja en segundo plano la estructura y todas las instalaciones vistas, presentes en la sala. Ese motivo de pavés y luz, se extendió después por el resto del edificio apareciendo como indicación en el acceso y en la escalera principal.
También aparece una iluminación decorativa en fachada, producida por diodos led rojos, que dan una luz rasante a toda la pared de placas de hormigón prefabricado que enfrenta a la avenida principal que junto con la iluminación igualmente en diodos led, aunque en azul intenso, del depósito de la población producen una señal que sirve a los vecinos como elemento de pertenencia a la localidad, así como para señalar la posición del edificio público. A esto se suma el rótulo del propio auditorio en neón azul sobre un gran vidrio en el acceso.
Por último, indicar que el edifico del Auditorio tiene prevista su construcción en varias fases: la primera, ya acabada en la que se ha edificado toda la obra civil y todo el tendido de instalaciones, seguido de varias fases de equipamiento y maquinaria. En caso de que se construya la Escuela de Música, se realizaría al menos en una fase más.
Entendemos que la actuación de los arquitectos debe ofrecer una oportunidad a todos de mejorar su existencia, aunque sabemos que eso depende de más factores. En cualquier caso, tratamos de ser críticos con aquello que nos parece injusto. Nos preocupan especialmente las preguntas ¿Para quién? y ¿Para qué? Y siempre con el objetivo de satisfacer las necesidades -bien definidas- de todos, buscando soluciones que sólo serán aceptables si se producen gastando no más de lo que se necesite, ni menos de lo necesario.
En fin, hay mucho que decir pero habitualmente se suele callar…
